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¿Por qué tus colegas tailandeses siempre dicen "Sí" (好的/krap/ka) y luego... nada de nada?

2025-08-13

¿Por qué tus colegas tailandeses siempre dicen "Sí" (好的/krap/ka) y luego... nada de nada?

¿Te has encontrado alguna vez en esta situación?

Presentaste un plan con entusiasmo a tu colega o socio tailandés, la otra persona asintió sonriendo y dijo amablemente "好的" (krap/ka). Tú pensaste: "¡Genial, esto está hecho!".

Sin embargo, pasaron los días y el proyecto no avanzó en absoluto. Volviste a preguntar y la otra persona te recibió de nuevo con una sonrisa inocente. Empezaste a dudar: ¿Me están dando largas? ¿O es que no me entendieron en absoluto?

No te apresures a sacar conclusiones. Es posible que no te hayas topado con empleados "poco fiables", sino que no hayas sintonizado el "canal cultural" correcto.

La verdadera clave de la comunicación se esconde más allá del lenguaje

A menudo pensamos que dominar un idioma extranjero nos da la llave maestra de la comunicación. Pero un consultor intercultural de primer nivel compartió una perspectiva reveladora: El lenguaje es solo la superficie de la comunicación; el verdadero código está oculto en la cultura.

Imagina que la comunicación es como escuchar la radio.

Tienes una radio de última generación (tu habilidad lingüística) que puede recibir todo tipo de señales (palabras y oraciones). Pero si no sabes en qué "canal" está emitiendo la otra persona, lo único que escucharás será ruido estático, o lo interpretarás todo mal.

En Tailandia, este canal cultural central se llama "เกรงใจ" (Kreng Jai).

Esta palabra es difícil de traducir directamente; combina múltiples significados como "consideración", "cortesía", "no querer molestar a los demás" y "respeto". En este ambiente cultural, rechazar o expresar una objeción directamente se considera extremadamente descortés, incluso agresivo.

Así que, cuando tu colega tailandés dice "好的" (krap/ka), en su canal de "Kreng Jai", el verdadero significado es:

  • "Lo he oído, he recibido tu mensaje." (Pero eso no significa que esté de acuerdo)
  • "No quiero hacerte quedar mal, así que te respondo por cortesía." (En cuanto a si se puede hacer o no, tendré que volver a pensarlo)
  • "Tengo algunas reservas, pero ahora no es el momento adecuado para expresarlas directamente."

¿Lo ves? Lo que tú creías que era un "Sí", en realidad era solo un "Mensaje Recibido". Aunque habláis el mismo idioma, es como si vivierais en dos mundos paralelos.

¿Cómo sintonizar el "canal cultural" correcto?

Entonces, ¿cómo romper este "silencio cortés" y escuchar lo que realmente sienten? El consultor compartió un caso que desarrolló para una importante aerolínea.

Los altos ejecutivos extranjeros de esta empresa también se encontraron con el mismo problema: insistían repetidamente en que "la puerta de mi oficina siempre está abierta", pero los empleados locales nunca daban retroalimentación de forma proactiva. Los ejecutivos pensaban que a los empleados les faltaba voluntad para comunicarse.

Pero el consultor señaló directamente y sin rodeos: El problema no está en los empleados, sino en la forma de comunicación.

Para los empleados profundamente influenciados por la cultura "Kreng Jai", entrar directamente en la oficina del jefe para "dar una opinión" es un riesgo enorme. Temen hacer quedar mal al jefe y también preocuparse por meterse en problemas.

Por lo tanto, el consultor estableció un canal de retroalimentación anónimo. Los empleados podían comunicar cualquier problema, preocupación o sugerencia a través de este "buzón de los secretos" seguro. El consultor los recopilaba y luego los informaba a la dirección de forma unificada.

¿Y el resultado? La retroalimentación llegó como una marea. Aquellos problemas que antes habían estado ocultos por el "silencio", salieron a la luz uno tras otro.

Esta historia nos enseña tres sencillas técnicas para sintonizar:

  1. Aprende a "escuchar" el silencio. En la cultura tailandesa, el silencio y la vacilación no significan "no tener una opinión", sino que son una señal fuerte de que "aquí hay un problema que necesitas abordar y resolver". Cuando la otra persona guarda silencio, lo que debes hacer no es apresurarla, sino crear un entorno más seguro y averiguar sus preocupaciones de una manera más diplomática.

  2. Crea un "buzón de los secretos" seguro. En lugar de pedir a los empleados que "sean valientes", es mejor construir un puente seguro para ellos. Ya sea un buzón de sugerencias anónimo o designar a un intermediario, la clave es que sientan que expresar sus verdaderas opiniones no tiene "riesgo cero".

  3. No dependas de una única fuente de información. Si solo te informas a través de tu traductor o secretario, es muy probable que la información que recibas haya sido "filtrada" y "embellecida". Sal proactivamente, establece contacto con personas de diferentes niveles y departamentos para construir una imagen completa. Así es como se entiende realmente el mercado, y no viviendo en una burbuja de información.

El lenguaje es el comienzo; la conexión es el destino

Al final de cuentas, el propósito último de aprender un idioma no es añadir una habilidad más al currículum, sino establecer una conexión real y profunda con personas de otro mundo.

Dominar solo el vocabulario y la gramática es como aprender a teclear sin saber cómo navegar por internet. Y entender la cultura es el cable de red que te ayuda a conectarte a internet y ver el vasto mundo.

Por supuesto, antes de profundizar en cada cultura, necesitamos una herramienta para iniciar la primera conversación. En el pasado, la barrera del idioma era el mayor obstáculo, pero ahora, una aplicación de chat inteligente como Intent, con su potente función de traducción por IA incorporada, te permite iniciar conversaciones fácilmente con personas de cualquier rincón del mundo. Rompe la barrera lingüística inicial y te da la oportunidad de construir una red de contactos más amplia y de experimentar en primera persona esos detalles culturales que no se pueden aprender en los libros.

La próxima vez que te prepares para entrar en un nuevo mercado o colaborar con socios de diferentes orígenes culturales, recuerda:

No te limites a preguntar "¿Qué dijeron?", pregúntate también "¿Qué es lo que no dijeron?".

Cuando puedas entender el lenguaje detrás del silencio, habrás dominado el verdadero arte de la comunicación intercultural.