¿Por qué es tan agotador comunicarse con los japoneses? Deja de memorizar a rajatabla: un 'mapa de relaciones' te lo hará entender al instante.
¿Alguna vez has tenido esta sensación?
Al hablar con gente nueva, especialmente colegas o clientes de diferentes orígenes culturales, ¿no sientes que siempre caminas con pies de plomo, con suma cautela? Con el temor de decir algo erróneo y que la atmósfera se vuelva incómoda al instante, ¿no rezas en silencio: "Dios mío, ¿lo que acabo de decir fue demasiado informal/casual?"
Sobre todo al aprender japonés, muchos se rinden directamente ante la complejidad del "Keigo" (honoríficos). Siendo que todas significan "decir", ¿por qué existen tantas versiones como 「言う」, 「言います」, 「申す」, 「おっしゃる」?
Si compartes esta misma confusión, quiero decirte: el problema no es que tu dominio del idioma sea deficiente, ni que tengas mala memoria.
El problema radica en que nos hemos acostumbrado a ver el idioma como un mero "ejercicio de traducción", ignorando el "mapa social" invisible que subyace a toda comunicación.
Comunicarse no es traducir, es posicionarse
Imagina que estás usando un "GPS de relaciones interpersonales". Cada vez que interactúas con alguien, necesitas localizar primero dos coordenadas:
- Eje vertical: Distancia de poder (¿estás tú por encima o yo?)
- Eje horizontal: Distancia psicológica (¿somos "del círculo" o "de fuera"?)
La "distancia de poder" se refiere a la jerarquía social, la edad o el nivel en el ámbito laboral. Tu jefe, tus clientes, tus mayores, todos están "por encima" de ti; mientras que tus amigos y colegas del mismo nivel jerárquico se encuentran en el mismo plano.
La "distancia psicológica" se refiere al grado de cercanía o lejanía en una relación. Tu familia, tus mejores amigos (o "colegas", "camaradas") son tus "personas del círculo interior" (en japonés, uchi
). Entre vosotros apenas hay secretos y la interacción es espontánea y desenfadada. Mientras que el dependiente de la tienda de conveniencia o un cliente que conoces por primera vez son "personas del círculo exterior" (en japonés, soto
), y vuestra interacción sigue un "guion social" establecido y convencional.
Este mapa determina qué "ruta de comunicación" debes elegir.
El idioma es la ruta que eliges
Ahora, volvamos a esos términos japoneses que nos dan tantos quebraderos de cabeza:
- Al charlar con tus amigos más íntimos, en el mapa os encontráis en el mismo nivel y la distancia psicológica es nula. En ese caso, tomas el "camino informal", basta con usar el
言う (iu)
más relajado. - Al hablar con desconocidos o colegas con los que no tienes mucha confianza, vuestro estatus es igual, pero existe una cierta distancia psicológica. Aquí debes tomar la "autopista de la cortesía", y usar
言います (iimasu)
es lo apropiado. - Al informar a tu gran jefe o a un cliente importante, esa persona está "por encima" de ti y pertenece al "círculo exterior". En este punto, necesitas activar el "modo humilde" para referirte a tus propias acciones, utilizando
申す (mousu)
para rebajarte. - Al mismo tiempo, al referirte a las acciones de ese jefe o cliente, debes activar el "modo de respeto", usando
おっしゃる (ossharu)
para elevar a la otra persona.
Ves, una vez que comprendes este "mapa", el idioma deja de ser un conjunto de reglas memorizadas a la fuerza para convertirse en una elección natural basada en el posicionamiento de la relación. No estás "memorizando vocabulario", sino "eligiendo una ruta".
Esto no es solo la lógica del japonés; en realidad, es aplicable a cualquier cultura. Piensa: no hablarías con un entrevistador en el tono desenfadado que usarías con un amigo, ni usarías las formalidades propias de un cliente para charlar con tus padres. Porque en el instante en que abres la boca, ya has realizado un posicionamiento mentalmente y en silencio.
No temas equivocarte de camino, intenta mirar el mapa primero
Por lo tanto, para dominar verdaderamente un idioma y establecer conexiones profundas con las personas, la clave no es memorizar toda la gramática, sino desarrollar una "conciencia de mapa".
La próxima vez que te sientas nervioso o no estés seguro de cómo empezar a hablar, no te apresures a buscar "cómo se dice esta frase en inglés/japonés".
Primero, hazte estas preguntas mentalmente:
- ¿Cuál es la distancia de poder entre esta persona y yo?
- ¿Qué tan grande es nuestra distancia psicológica ahora mismo? ¿Somos "del círculo" o "de fuera"?
Cuando puedas responder claramente a estas dos preguntas, la respuesta sobre qué tono y vocabulario usar a menudo surgirá de forma natural. Esto es más efectivo que cualquier libro de gramática.
Por supuesto, al explorar un "mapa" cultural desconocido, perderse es inevitable. En esos momentos, contar con un guía inteligente te facilitaría mucho las cosas. Por ejemplo, una herramienta como Lingogram, una aplicación de chat con traducción por IA integrada. Cuando cruzas las barreras culturales y lingüísticas y no estás seguro de si tu elección de palabras es apropiada, te ayuda a transmitir con precisión tu buena voluntad y respeto, permitiéndote conectar con personas de todo el mundo con más confianza, en lugar de matar la conversación.
Recuerda, el objetivo final del idioma no es la perfección, sino la conexión.
Antes de hablar la próxima vez, no pienses solo en qué decir, sino en dónde os encontráis ambos en el mapa.
Este es el verdadero secreto de la comunicación.