¿Por qué lo que dices siempre se malinterpreta? Cuidado con los "camaleones" del lenguaje
¿Te ha pasado alguna vez?
Charlando con un amigo, tú decías A, pero él entendió un B completamente opuesto, y al final todo se volvió muy incómodo. O en el trabajo, enviaste un correo electrónico con la intención de aprobar un proyecto, pero la otra persona pensó que la estabas advirtiendo, generando inquietud y confusión.
Te devanas los sesos preguntándote: "Mis palabras eran muy claras, ¿dónde está el problema entonces?"
Muchas veces, el problema no está en ti, ni en la otra persona, sino en que todos hemos ignorado una existencia muy astuta en el lenguaje: las palabras "camaleón".
Te presentamos a los "camaleones" del lenguaje
Imagina un camaleón. Sobre una hoja verde, se vuelve verde; sobre un tronco marrón, se vuelve marrón. Su color depende completamente del entorno en el que se encuentre.
En el lenguaje, también existen estos "camaleones". Son la misma palabra, con idéntica ortografía y pronunciación, pero basta con ponerlas en un "entorno" diferente (lo que comúnmente llamamos "contexto") para que su significado dé un giro de 180 grados, o incluso se vuelva completamente opuesto.
Tomemos el ejemplo más simple: left
.
Everyone left the party.
(Todos se fueron de la fiesta.)Only two cookies are left.
(Solo quedan dos galletas.)
Como ves, la palabra left
puede significar tanto "irse" como "quedar". ¿Cuál es su "color" final? Depende completamente de las palabras que la rodean.
Este tipo de palabras tiene un nombre técnico: "Contronym". Pero, ¿a que el apodo "camaleón" es mucho más fácil de recordar?
¿Cómo "domar" a estos camaleones?
Estas palabras "camaleón" constituyen uno de los mayores encantos del lenguaje, pero a menudo son también una trampa en la comunicación. Les encanta aparecer en frases ambiguas, dejándote con la duda.
Por ejemplo, esta frase muy común en documentos comerciales y legales:
The committee will sanction the new policy.
¿Qué significa exactamente sanction
aquí?
- Puede ser "aprobar" esta nueva política.
- O puede ser "sancionar" esta nueva política.
¿Es a favor o en contra? Todo depende del contexto. Si antes se mencionó que "tras un debate animado, todos acordaron que esta política aporta más beneficios que inconvenientes", entonces sanction
es "aprobar". Si, por el contrario, se dijo que "esta política incumple la normativa de la empresa", entonces sanction
es "sancionar".
Así que, para domar a estos camaleones del lenguaje, el único secreto es: nunca observes una palabra de forma aislada; siempre examina todo el "entorno" en el que se encuentra.
El contexto es ese entorno que determina el color del camaleón. Un comunicador verdaderamente hábil es un maestro en la interpretación del contexto.
¿Comunicación internacional? El desafío de los camaleones se duplica
Ya es bastante difícil detectar a estos "camaleones" en nuestra propia lengua materna. Imagina lo grande que es este desafío cuando te comunicas con amigos, clientes o colegas extranjeros.
En diferentes contextos culturales, la interpretación del "entorno" varía enormemente. Una simple cortesía tuya puede ser tomada literalmente por el otro; un chiste inofensivo para ti puede haber ofendido ya la cultura de la otra persona. El riesgo de malinterpretación con esas palabras "camaleón" se multiplica exponencialmente en la comunicación interlingüística.
En estos casos, un software de traducción literal no es ni de lejos suficiente. Necesitas una herramienta más inteligente que te ayude a comprender el verdadero significado entre líneas.
Esto es precisamente lo que busca resolver una aplicación de chat inteligente como Intent. No solo traduce lo que dices, sino que su IA integrada puede comprender mejor el contexto, ayudándote a comunicarte de forma más precisa y auténtica con amigos de todo el mundo. Es como tener un experto lingüístico personal que asegura que tu mensaje se transmita con exactitud, para que en tus intercambios interculturales, ya no temas a esos "camaleones" tan volátiles.
El lenguaje es, en sí mismo, rico y complejo. La próxima vez que te encuentres con palabras o frases confusas, no te apresures a dudar de ti mismo/a. Intenta, como un detective, buscar las pistas a su alrededor y descubrir qué color quiere adoptar ese "camaleón".
Cuando empieces a disfrutar de este proceso de resolución de enigmas, habrás dominado verdaderamente el arte de la comunicación.